Francisco Delgado nos muestra en Des/afección su original punto de vista, siempre crítico, sobre las manifestaciones que reclaman un cambio en las políticas emprendidas por gobierno y empresarios.
Su fotografía es siempre distante, pausada, pese a la acción que transcurre frente a el. No le interesa estar en el centro del meollo, prefiere en cambio, a modo de voyeur, observar y componer de una forma certera. El formato cuadrado aporta tranquilidad.
En todas las imágenes (17) que componen su porfolios, siempre hay una persona/s en primer término, totalmente estática/s, de espaldas al fotógrafo. Este simple recurso encaja perfectamente en la narración del lenguaje fotográfico y hace plantearnos preguntas sobre la implicación de la población en este tipo de eventos, y sobre todo como el espectador de la fotografía
observa a quien observa. Todo un juego visual que da coherencia y uniformidad a su mirada.